La litiasis renal, conocida popularmente como piedras en el riñón, es la presencia de cristales que se han compactado formando una piedra. Su existencia indica que la persona ha tenido una producción excesiva de cristales urinarios de tipo ácido úrico o de calcios, los cuales pueden compactarse o llegar a ser tan grandes que pueden obstruir las vías urinarias superiores.
La mayoría de las personas que tienen piedras en el riñón nunca se darán cuenta de que están allí. Por esta razón, se considera que no son de gran importancia clínica hasta que ocluyen, oprimen o se desplazan por las vías urinarias superiores causando un dolor de alta intensidad.
¿Cómo saber si tengo piedras en el riñón?
El principal diagnóstico para las piedras en el riñón es por medio de un ecosonograma, en donde éstas se reflejan de forma ecolúcida y se mide su diámetro. La otra forma de identificarlas es cuando la piedra se desplaza produciendo un dolor intenso, obligando a la persona a acudir al médico, para ser diagnosticado.
También podemos determinar su existencia por medio de un examen de orina simple, en el cual se detecta la presencia de cristales de ácido úrico o de oxalato de calcio, conocido coloquialmente como arenilla en el riñón. Esto indica que es muy probable que ya se haya compactado y aparezca la litiasis renal.
Síntomas que se presentan al tener piedras en el riñón
Los siguientes síntomas podrían presentarse en caso de padecer litiasis renal, los cuales son proporcionales al tamaño que pueda tener la piedra.
- Dolor renal o cólico renal: es de fuerte intensidad, se presenta en la región lumbar y se irradia a las piernas. Suele ocasionar náuseas y vómitos. Es importante distinguir un abdomen quirúrgico (apendicitis) de un cólico renal.
- Hematuria: es la presencia de sangre al orinar por rompimiento de las vías urinarias superiores al pasar las piedras.
- Sensación frecuente de orinar: durante el desplazamiento de la piedra por las vías urinarias se estimula el reflejo de querer orinar continuamente.
- Infección de vías urinarias: es frecuente encontrarla en personas que han padecido de cólico renal o presentan arenilla en los exámenes de orina. El rompimiento de las vías urinarias facilita la invasión de las bacterias y causa las infecciones.
- Hidronefrosis: ocurre cuando se ocluyen las vías urinarias y la orina que viene excretándose del riñón no desciende a la vejiga y se devuelve al riñón. Como resultado, se produce un dolor intenso y daño en el tejido renal.
Tratamiento para las piedras en el riñón
El tratamiento para los cálculos renales debe ser indicado por un médico tratante. Aunque en la gran mayoría de los casos (un 90%) suelen ser excretadas de forma espontánea por la orina, esto va a depender del tamaño de las piedras formadas.
Existen otros tratamientos como la litotricia extracorpórea, un procedimiento no invasivo en el cual se coloca un dispositivo a nivel renal en la región lumbar, que emite ondas de choque para romper las piedras en pedazos más pequeños, los cuales serán excretados por la orina.
También existe un tratamiento farmacológico a base de citrato de potasio, el cual tiene una duración mayor a tres meses y tiene como finalidad efectuar un primer control del tamaño de la piedra.
¿Cómo prevenir las piedras en los riñones?
De acuerdo a las recomendaciones de la Sociedad Mexicana de Urología, lo primero a considerar es una dieta baja en alimentos que contengan ácido úrico y calcio. Esto implica disminuir el consumo de lácteos (especialmente el queso) e ingerir pocos alimentos ricos en proteína animal como las carnes rojas.
Finalmente sugerimos una buena hidratación (dos litros de agua al día), ya que esto mantiene una buena función y excreción renal de estos minerales, evitando su concentración en los riñones.
Referencias
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/kidney-stones/symptoms-causes/syc-20355755
https://cmu.org.mx/es/pacientes/litiasis-renal/
